sábado, 19 de noviembre de 2022

Bitàcora Rural del 20 de noviembre de 2022 - Soberanía

 


Por Emilio Nazar

Soberanía


Argentina había sido invadida. Buques mercantes y de guerra buscaron ingresar en los ríos del Litoral, y fueron detenidos por los patriotas. Las elucubraciones de quienes buscaban convertirnos en colonia anglosajona, fracasaron. Fue un 20 de noviembre, que por siempre es recordado en Argentina como el Día de la Soberanía. El combate de la Vuelta de Obligado se remonta a cuando el 17 de noviembre de 1845, quince naves de guerra blindadas con torretas de artillería giratorias escoltaban a 100 buques mercantes remontando el río Paraná. Rosas nombró al General Lucio Norberto Mansilla para detener a tales fuerzas invasoras. La estrategia consistió en obstaculizar la travesía en el paraje llamado Vuelta de Obligado, a 18 kilómetros al norte de la localidad de San Pedro. Se trata de un recodo donde el río se angostaba a 700 metros, donde Mansilla ordenó tender de costa a costa tres gruesas cadenas que cerraban el paso, estribadas sobre 24 lanchones. Además montó sobre los promontorios de la costa en la ribera derecha del río cuatro baterías artilladas con treinta cañones.

Fue el 20 de noviembre de 1845 cuando se produjo el choque. La flota invasora atacó las baterías argentinas que contaban con cañones de mucho menor alcance, menor precisión y notable lentitud de recarga. A pesar de ello, las fuerzas de la Confederación dejaron fuera de combate a los bergantines Dolphin y Pandour, obligaron a retroceder al Comus, silenciaron el poderoso cañón del Fulton y cortaron el ancla de la nave capitana que dejó de batallar y se alejó aguas abajo a la deriva.

Los atacantes cortaron las cadenas a martillazos sobre un yunque. En total las bajas argentinas en el combate fueron de 250 muertos y 400 heridos, mientras los agresores tuvieron 26 muertos y 86 heridos. A causa de los daños recibidos, la escuadra invasora debió permanecer casi inmóvil en diversos puntos del Delta del Paraná intentando reparaciones de urgencia. Finalmente quebró la línea de defensa y se adentró en el Paraná. Parte de sus tropas desembarcaron en Obligado con la intención de internarse en la región por vía terrestre. La acción del 20 de noviembre de 1845 marcó el principio de la derrota final de los invasores.

Finalizada la acción de Obligado, Mansilla colocó su artillería volante en varios parajes estratégicos costeros. La escuadra anglo-francesa, hostilizada permanentemente desde diferentes puestos defensivos levantados en territorio santafesino, logró dificultosamente remontar el Paraná y arribar a la provincia de Corrientes, pero finalmente optaron por regresar a Montevideo, y el 4 de junio de 1846 Mansilla los interceptó en de la Angostura del Quebracho en la costa occidental del río Paraná. En este combate la flota invasora experimentó 60 bajas, perdió seis naves mercantes de las que dos fueron incendiadas por la artillería y cuatro por su tripulación al encallar. Asimismo dos de sus buques de guerra sufrieron averías de importancia. Las tropas de la Confederación tuvieron un muerto y dos heridos.

Tras complejas negociaciones diplomáticas con Francia e Inglaterra, el gobierno argentino recuperó la flota capturada a Brown y la isla Martín García, el reconocimiento de la soberanía de la Argentina y de sus derechos exclusivos sobre la navegación de sus ríos interiores y que las flotas invasoras desagraviaran a la bandera argentina con una salva de 21 cañonazos. Así hemos preservado nuestra identidad como Nación. Estos tratados de paz marcaron la victoria de la firme y digna posición en defensa de la soberanía nacional mantenida por Juan Manuel de Rosas, en su carácter de encargado de las relaciones internacionales de la Confederación Argentina.

Da la coincidencia de que se trata del aniversario del natalicio de mi padre, hoy cumpliría años, el cual falleciera el 7 de enero de este mismo año 2022.

En el Rito Latino actual de la Iglesia Católica, también coincide con la fiesta de Cristo Rey, que como hemos dicho, es la identidad de Lezama en sus Fiestas Patronales.

Sí. Me siento acorralado en el campo. Me siento invadido. Tengo hermanos que por su ambición pretenden apoderarse de lo ajeno, y explícitamente lo han afirmado. Pero eso es pecado, y obliga a una defensa. Ya sé que hay terceros que obtienen su "tajada" por seguirles la corriente. En algún momento esto tendrá que tener un final.




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